Uso indebido del fideicomiso de garantía

Resumen

En el mercado fiduciario panameño, los fideicomisos de garantía son utilizados recurrentemente por bancos e instituciones financieras. Sin embargo, en los últimos años se han presentado anomalías que desvirtúan completamente el fideicomiso y cuyas consecuencias podrían desestabilizar el mercado debido a su mala utilización. Estas anomalías son: (1) la inexistente transferencia de los bienes al fiduciario y (2) la falta de identificación del fideicomitente como beneficiario del fideicomiso.

En la primera parte del artículo se trata con la desnaturalización del fideicomiso que ocurre suele cuando se constituye –el fideicomiso–como garantía para préstamos de vehículos a motor. El deudor celebra un contrato de préstamo con un banco local y, para garantizar dicho derecho de acreencia, el acreedor (usualmente una institución bancaria) celebra con el deudor un fideicomiso de garantía. Por tanto, las figuras en el contrato de fideicomiso son: el deudor como fideicomitente y beneficiario, el banco como beneficiario y la fiduciaria como tercero independiente. Y el bien transferido a la masa patrimonial, para fungir como garantía de lo adeudado, es el vehículo a motor.

En la segunda parte se analiza la condición del beneficiario. En un fideicomiso de garantía, el incumplimiento del contrato determina quién será el beneficiario, lo que permite calificar al beneficiario como condicional y alternativo. Si el deudor cumple con las obligaciones, se convierte en el beneficiario del fideicomiso, mientras que, si no lo hace, el acreedor se convierte en el beneficiario de los bienes en el patrimonio fiduciario. La identificación del beneficiario es necesaria, y en el contrato de fiducia, se debe detallar quiénes son los beneficiarios y cómo se adquiere la condición de beneficiario.